Militantes de CNT tomaron parte el pasado sábado 22 en el homenaje a las 131 víctimas del franquismo de Lodosa (Nafarroa). La organización anarcosindicalista había sido invitada a este acto organizado por la asociación Guguru Taldea, en coordinación con el ayuntamiento.
CNT Euskal Herria
Lodosa fue uno de los pocos pueblos navarros que hicieron frente al alzamiento franquista. Según se pudo verificar posteriormente, entre los vecinos asesinados por los fascistas había 41 integrantes de CNT. Todos ellos fueron recordados durante el emotivo homenaje, que comenzó en el cementerio local con la colocación de 131 rosas rojas en el panteón. Allí intervinieron algunos familiares de las víctimas, quienes ofrecieron sus sentidos recuerdos. Entre los asistentes estuvo Julio Fernández, padre de uno de los maestros fusilados en este municipio, quien –a pesar de su ceguera- acudió desde Madrid. También pudo escucharse la canción “Txoria Txori”, entonada por una de las participantes.
El acto prosiguió en el ayuntamiento, donde tuvo lugar la lectura de un manifiesto y el descubrimiento de la placa dedicada a los componentes del consistorio que fueron asesinados por el franquismo. La jornada terminó en la Casa de Cultura con una exposición de fotos y la exhibición de un video recordatorio de la recuperación de los restos de los asesinados y el peregrinaje de sus familiares con los féretros al hombro.
Cabe destacar que esta misma Casa de Cultura –lugar elegido para honrar a los asesinados- fue un convento de frailes Agustinos. Según recuerdan los vecinos, por allí enfrente “pasearon” a los 131 asesinados por los franquistas, entre los que se encontraba el alcalde. Antes que ello ocurriese, eran muchos los lugareños que creían que en aquel convento se escondían fascistas armados. El 18 de julio de 1936, día del golpe de estado, lo confirmaron: desde allí dentro salieron varios asesinos. Lo que entonces no pensaron fue que los muertos tienen vivos, y los vivos memoria.