miércoles, 27 de octubre de 2010

Autobús de la Memoria


Homenaje a los asesinados en Irun tras el golpe de estado franquista. Junto con el Autobús de la Memoria, lo organiza la Asociación Republicana Irunesa "Nicolas Guerendiain", Lubakia y Lau Haizetara Gogoan.

sábado, 23 de octubre de 2010

Lau Haizetara Gogoan, en recuerdo de las víctimas de la rebelión militar de 1936.

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GARA | BILBO
Lau Haizetara Gogoan, colectivo que trabaja por la recuperación de la Memoria Histórica, ofreció una rueda de prensa ante el Teatro Arriaga de Bilbo ayer, para recordar a las víctimas de la rebelión militar del 18 de julio de 1936 y las siguientes décadas de Dictadura y de Terrorismo de Estado contra las personas que tenían ideas políticas opuestas a los sublevados.
Nos fijamos o nos quieren hacer fijar la memoria hacia Alemania, Italia, Bosnia, Argentina, Chile...., para desviar la atención sobre lo ocurrido en el Estado Español, señalan.
Se han escrito, filmado, numerosas películas y libros sobre las dictaduras de estos países, incluso se han juzgado a los responsables de los mismos, aunque haya sido de forma parcial. Se han derogado las leyes de punto final dictadas por los gobiernos sudamericanos y aquí en el Estado español, sin embargo, nos dicen que ya está bien de «dar la murga».
Solamente en Euskal Herria, según estimaciones de diferentes historiadores, la represión se cuantifica en 6.000 personas asesinadas, 7.000 muertos en combate, mas las víctimas de bombardeos y los miles que partieron hacia el exilio.
«Izarren argia»
La asociación quiere resaltar el valor que, en cuanto a dar a conocer un capítulo negro de nuestra historia, aporta la película «Izarren argia» (estrellas por alcanzar) y la publicación «No lloréis, lo que tenéis que hacer es no olvidarnos» de María González Gorosarri; pues en aquellos años todo el Estado Español era una cárcel y una tumba, al igual que ahora. Por todo ello Lau Haizetara Gogoan exige verdad, justicia y reparación, incluídas las garantías de no repetición.

martes, 19 de octubre de 2010

Bilbo: “Verdad, justicia y reparación”; Concentración y acto.

Lau Haizetara Gogoan.

Viernes, 22 de octubre. A partir de las 19:00 frente al teatro Arriaga

“Verdad, justicia y reparacion”.
Concentracion y acto homenaje a las victimas del franquismo.
Frente al Teatro Arriaga (Bilbao * Bizkaia). 19:00h

Organiza: Lau Haizetara Gogoan.
Durante este viernes permanecera en Bilbo el autobus de la memoria.

domingo, 17 de octubre de 2010

La ley de amnistía de 1977.

El mono y la cadena.

Publicado el 17 de octubre de 2010
El posicionamiento claro y contundente con respecto a la llamada “Ley de amnistía de 1977”, ley de punto final para las responsabilidades de los criminales franquistas, es uno de los pilares  y mojones necesarios para el rearme ideológico de la lucha por la recuperación de la “memoria histórica”. Desde la plataforma “Lau Haizetara Gogoan”, que agrupa al grueso de grupos  vascos que trabajamos  por la consecución de la Verdad, la Justicia y la Reparación (incluidas las garantías de no repetición) de las victimas del Genocidio Franquista y de décadas de Terrorismo de Estado, constatamos que excepto  honrosas excepciones, el movimiento memorialista de fuera del entorno de Euskal Herria se dedica mayormente y por desgracia, a lo que las/os cubanos en otros suelen denominar “jugar con la cadena del mono”.  Es decir, puedes flirtear todo lo que quieras con mi pareja (juega con la cadena), pero “al mono” no me lo tocas.
Su labor se circunscribe a lo meramente “asistencial”. Recuperación de fosas y  realización de homenajes a las víctimas. Labores necesarias pero a todas luces insuficientes si no van acompañadas de una definición ideológica clara de para qué y en qué clave se realizan.
Por nuestra parte tenemos claro que nuestro objetivo prioritario es atrapar al “mono” y romper de una vez  por todas la maldita cadena que no nos deja afrontar con todas sus consecuencias el Genocidio Franquista, el Terrorismo de Estado y sus derivaciones pasadas y actuales.
Esto tiene su plasmación  en la exigencia de supresión de la Ley de Amnistía del 77 y un objetivo meridiano: la creación de una comisión de la Verdad de Euskal Herria que  vehiculice los  pasos hacia el necesario juicio a los crímenes franquistas.

Los que juegan con la blanca cadena del “buenismo”, de la compensación a las víctimas desde lo meramente asistencial (al estilo Madrazo), como si se tratase de afectados por una inundación, no difieren mucho de aquellos “franquistas de buen corazón” que aliviaban el peso en sus conciencias por los asesinatos cometidos por sus correligionarios, susurrando a los familiares de las víctimas en qué cuneta estaban los cuerpos de sus familiares para que clandestinamente les diesen cristiana sepultura. Es como ese reciente decreto del Gobierno Andaluz que pretende, con el reparto de unos cuantos cientos de euros por cabeza, todas por igual, “compensar” a las mujeres que  fueron violadas, torturadas, vejadas, humilladas, su pelo rapado, paseadas desnudas tras hacerles tragar aceite de ricino… Sin ofrecer a estas mujeres lo que a de verdad tienen derecho: a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación incluidas las garantías de  no repetición. En resumen, a una comisión de la Verdad que abra el camino para todo ello.
Todo lo que no pase por la supresión de la ley de punto final de 1977 es jugar con la cadena del mono sin molestarlo. Esta ley es el freno que impide tensar la cadena, y por ello los que pretendan hacer algo sin suprimirla  se limitan a enredar y dejar pasar el tiempo  mientras los asesinos y criminales envejecen en sus cargos públicos, militares, policiales, judiciales y policiales o en su defecto en sus dorados retiros de leales funcionarios del Estado.  Mientras, los testigos mueren  y las víctimas y sus familiares sufren, languidecen y fallecen en la ignominia, el desprecio y el ninguneo más absoluto, eso sí aderezado por esporádicos “homenajes institucionales a las víctimas del Franquismo” sin ningún contenido real y encaminados según sus promotores a  “cerrar página “o a la “reconciliación”, siempre edificada sobre la total impunidad Franquista.
La mal llamada  “Ley de Memoria Histórica” no ha supuesto sino alargar la cadena al mono para que siga aún más tranquilo. Ese  mono, o "gorila azul”,  que simboliza el terror azul que canta  Fermín Valencia sobre la trágica violación y asesinato de la niña Maravillas en Nafarroa  a manos de guardias civiles y falangistas.

El juez estrella Garzón jugó también con la cadena del mono, y el “gorila azul” le dio en la cabeza con ella. No se puede, como hacen el PSOE e Izquierda Unida (y algunas asociaciones memorialistas del Estado) en un alarde de hipocresía, solamente entendible desde la más absoluta incoherencia ideológica (fruto de su implicación directa en  la Reforma política, mal llamada Transición democrática), defender que Garzón no sea un prevaricador y a la vez mantener la vigencia de la Ley de Amnistía  del 77. Porque si los crímenes del Franquismo no son crímenes  de genocidio, o en su caso de lesa humanidad, (que lo son), Garzón es evidentemente un prevaricador al intentar investigar unos hechos que han sido amnistiados. Por el contrario si los crímenes del Franquismo son de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben  y no son amnistiables sin haber sido juzgados (como desde organismos dependientes de la ONU  hasta Amnistía Internacional sostienen), el Estado Español, sus estructuras, sus políticos, sus jueces (incluido Garzón), militares y policías, llevan décadas amparando conscientemente a responsables de un régimen genocida, cuando  no manteniéndoles  en puestos de honor y responsabilidad, o directamente a la cabeza de los aparatos del estado. Con todo ello el Estado en su conjunto quedaría, por emplear  un término muy al uso en medios judiciales españoles a la hora de ilegalizar formaciones políticas, “contaminados”  como prolongación directa de un régimen que cometió de manera masiva crímenes contra la humanidad, al no haber abordado en su día la depuración y el enjuiciamiento de estos crímenes. Han generado con la Reforma ese engendro que el jurista Castells define con gran acierto como Franquismo-Constitucionalista.

Desde la plataforma “Lau Haizetara Gogoan”, desde la tabla de compromisos que próximamente empezaremos a plantear a todas las instituciones y a los agentes políticos, sociales y culturales vascos, luchamos por conseguir de una vez por todas la  articulación de una Comisión de La Verdad en Euskal Herria,  cuyo desarrollo pleno pasa por dejar sin efecto la Ley de Amnistía de octubre de 1977, ley de punto final para la impunidad de los criminales franquistas y de legitimización propia y de sus sucesores ideológicos. Esta ley es en si misma el principal escollo en contra de la recuperación de la Memoria Histórica y de la consecución de los principios de Verdad, Justicia y Reparación. Por ello, todos aquellos que no asumen una posición activa en contra de la ley de punto final, son meros cómplices de la impunidad franquista. Personajes y grupos que enredan con la cadena  para seguir ganando tiempo en aras de la impunidad del “gorila azul”, del que han terminado por formar parte dentro de ese Franquismo-Constitucionalista que devora cualquier atisbo de regeneración democrática del Estado Español.

Antton Gómez, Gotzon Garmendia.

jueves, 7 de octubre de 2010

UNA COMISIÓN DE LA VERDAD PARA EUSKAL HERRIA.

En el aniversario de la constitución del primer Gobierno Vasco.

Publicado en torno al 7 de octubre de 2010
A finales de 2008, a punto de concluir la pasada legislatura, el Parlamento Vasco instaba a los gobiernos central y autonómico a la creación de Comisiones de la Verdad (CV) para esclarecer las vulneraciones de derechos humanos ocurridas a partir del alzamiento militar del 18 de julio de 1936. Desde la Dirección de DD.HH. del Gobierno de Gasteiz se encarga a la Coordinadora Lau Haizetara Gogoan y a otros organismos que trabajan en el campo de los DD.HH. la elaboración de dictámenes sobre las condiciones que debería reunir una futura CV en Euskadi (entendido este término en su sentido mas restringido de comunidad autónoma de 3 provincias).
Sin abstraernos de la actual división política e institucional, en nuestra propuesta sobre el ámbito territorial de trabajo de la CV, se ha establecido el conjunto de Euskal Herria como espacio de análisis e intervención.
En primer lugar, hay razones históricas ligadas al espacio-tiempo de la rebelión militar de 1936. Desde la proclamación de la II República española surgen distintos proyectos de estatuto vasco. En un primer momento se barajó la posibilidad de crear estatutos provinciales (e incluso uno para las Encartaciones de Bizkaia). Proyectos posteriores abarcaban, en algunos casos, las 4 provincias de Hegoalde (el de Euzko-Ikaskuntza y el conocido como “Estatuto de Estella”). El redactado por las gestoras provinciales, aprobado en referéndum en 1933, solo incluiría a las 3 provincias “vascongadas”. Nunca entraría en vigor, al ser bloqueado tras la llegada de la derecha al gobierno.
Con la victoria del Frente Popular en febrero del 36, se reavivan los esfuerzos para crear una autonomía de 4 provincias. El nacionalismo vasco y la izquierda de ámbito estatal habían evolucionado y no estaban tan alejados entre sí como 5 años atrás. El alzamiento militar aborta este proceso. El conocido como “Estatuto de Elgeta”, del que surgiría el Gobierno de Euzkadi, de cuya constitución se cumplen, este 7 de octubre, 74 años, sólo incluyó a 3 provincias de Hegoalde, condicionado por la situación de guerra, con la mayor parte del territorio vasco en manos de los sublevados.
Durante la Dictadura, las fuerzas antifranquistas tenían como referencia un ámbito “vasco-navarro” de trabajo. Tras la muerte del dictador, la práctica totalidad de estas fuerzas entendían una autonomía de 4 provincias como marco mínimo de actuación política, tanto si esta autonomía era vista como el final del trayecto (PSOE, PCE…) como si se entendía solamente como una etapa intermedia hacia una futura independencia (grupos partidarios de la Alternativa KAS). El propio Consejo General Vasco, órgano preautonómico, también reflejaba esta realidad. La negativa de los herederos ideológicos del franquismo a formar parte de una autonomía vasca y la progresiva aceptación de sus planteamientos por las fuerzas que provenían del antifranquismo (el PSN no se desgajaría del PSE hasta 1982), fue lo que provocó la actual división de Euskal Herria en varias autonomías.
Junto a las razones históricas existen otras metodológicas vinculadas a la continuidad espacio-temporal de la represión, así como a sus causas y sus responsables. En el avance militar de los fascistas (hasta la estabilización del frente en octubre del 36) y en su acción genocida en Euskal Herria, hay una continuidad territorial. Tampoco existía una diferenciación que pueda ser interpretada en base a la actual división autonómica en lo que se refiere a la composición y mando de las fuerzas militares, así como en la jefatura de las fuerzas protagonistas en la represión posterior, falange y requeté. En los episodios represivos del franquismo y post-franquismo hay, además, una unidad de las estructuras y mandos militares y policiales cuyo ámbito específico de actuación se va a centrar en Euskal Herria. Por lo tanto, sería un error, y un grave obstáculo para el desarrollo del trabajo de la CV, hacer abstracción de esta configuración del mapa de la represión franquista y la realidad socio-política que subyace.
Puede decirse que la actual división territorial e institucional es una derivación de la propia rebelión militar de 1936, una de las consecuencias a largo plazo de la victoria de los sublevados, al ser estos capaces, tras la muerte de Franco, de imponer la organización territorial del Estado. Esta imposición fue aceptada interesadamente por la mayor parte de las fuerzas políticas y sindicales provenientes del antifranquismo, como condición para la estabilidad del proceso de reforma. Esta situación ha generando la tendencia a proyectar hacia atrás una realidad inmediata, transplantando al pasado categorías políticas presentes, esto es, la realidad de la división autonómica actual; una realidad institucional que nace varias décadas después del inicio de los acontecimientos que se quieren analizar y juzgar a través de la CV.

Manuel Sainz, Gotzon Garmendia, Alberto Muñoz, Andoni Txasko y J. Ramón Garai.